El "por qué" del piano

 

por el Profesor William Leland
Pianista Residente

Universidad del Estado de Nuevo México
Las Cruces, Nuevo Mexico EUA

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lguna vez se ha preguntado por qué fue inventado el piano? No cuándo, ni cómo, o por quién, sino ¿por qué?. ¿Por qué se le ocurrió a alguien un artefacto como éste? ¿Había una necesidad de éste? Echemos un vistazo a las condiciones históricas, sociales y musicales que llevaron al desarrollo del instrumento musical más popular de la historia.

 

 

Un gran invento generalmente no aparece solamente porque a alguien se le ocurrió, sino que también se da porque le llegó su tiempo - una combinación de condiciones históricas, tecnológicas y sociales que se han reunido creando un catalizador que sirve para la realización exitosa de una idea innovadora. Por ejemplo, la locomotora de vapor no sólo jugó un papel primordial en la Revolución Industrial, sino que fue inspirada por ésta: se necesitaba dar un salto hacia adelante en transportación eficiente por tierra y tuviera aplicaciones ilimitadas. También, el tranvía eléctrico nació en los 1880's originado, en parte, por el aprovechamiento de electricidad junto con el crecimiento explosivo de las ciudades Americanas y una enfermedad animal devastadora, llamada La Gran Epizótica, que mató a miles de caballos en todo el Este de Estados Unidos durante la década anterior.

El piano por Bartolomeo Cristofori, 1720

Lo mismo sucedió con el piano. Ideado y creado por un genio mecánico llamado Bartolomeo Cristofori en Florencia, Italia, alrededor del año 1700, el piano llegó cuando había una creciente demanda de un instrumentos de teclas que pudiera producir un sonido más imperativo que el clavicordio y, al mismo tiempo, permitir mucho mayor control sobre la expresión dinámica que lo que era posible en el clavicémbalo o en el órgano. ¿Qué fue lo que incrementó esta demanda?

Bueno, todo el siglo XVII fue testigo de grandes avances en todos los tipos de música: el florecimiento de la ópera, el oratorio, la música de cámara y de concierto; el firme establecimiento de la tonalidad y el gran enriquecimiento de la armonía cromática y otros recursos expresivos; la propagación de salas de concierto y salones de ópera; y el desarrollo de la orquesta sinfónica. Para ser los agentes de estos grandes cambios, los mismos instrumentos musicales tuvieron que evolucionar rápidamente; así, la flauta transversa suplantó a la flauta dulce, se desarrolló el clarinete moderno, y las familias de las maderas y los metales enteras fueron modificados para hacerlos más ágiles por medio de la creación de nuevos mecanismos. Además, el violín, la viola y el cello modernos reemplazaron a los instrumentos de cuerda antiguos y entraron a su período de mayor refinamiento en las manos de Amati, Guarneri y Antonio Stradivari y sus familias.

Los ejecutantes de teclado debieron haberse sentidos relegados. Ellos, también, querían un instrumento más expresivo y flexible que pudiera enfrentar los retos de esta emocionante época. Y no era solamente un deseo de los ejecutantes profesionales el tener un instrumento de teclado más versátil, sino que era también el inicio de un amplio mercado de músicos aficionados, como consecuencia del crecimiento de la clase media que suplantó al antigua sistema feudal; cada vez más gente encontraba los medios y el tiempo para hacer música en sus propios hogares.

Parece que muchos individuos experimentaron con nuevos tipos de mecanismos de teclado y cuerdas, pero son pocos los ejemplares que se conservan. Pero Cristofori tenía atributos como ningún otro. El ya era el más reconocido fabricante de clavicémbalos en Florencia y, como tal, realizó muchos contratos para la gran familia Medici, quienes fueron, probablemente, los principales patrocinadores de las artes de todo el continente. Esto le dio acceso al museo Medici, una invaluable colección de instrumentos musicales de todo tipo, y lo puso en el lugar adecuado para familiarizarse con una gran variedad de diseños tanto comunes como experimentales. De hecho, Cristofori posteriormente fue designado como responsable de este museo.

Considere, entonces, la combinación fortuita de circunstancias que se juntaron cerca del final del siglo XVII

  • Estilos de expresión musical más libres y personalizados en todas sus formas.
  • Mejoras rápidas y substanciales en los instrumentos de cuerda y de viento.
  • Cambios sociales que llevaron a una participación de más gente en la música.
  • La presencia de un notable fabricante de clavicémbalos, de gran talento e imaginación
  • La cercanía a una valiosa colección de instrumentos, a la que tenía acceso.

Ahora hay que añadir un último elemento a esta ecuación:

Al rededor del año 1692, un instrumento nuevo y algo extraño fue diseñado por Pantaleon Hebenstreit, quien era un músico oficial de Merseburg. Esencialmente era un dulcimer (salterio) de gran tamaño, de más de tres metros de largo, con más de 200 cuerdas y una doble caja de resonancia. Su inventor fue festejado y pronto hizo exitosa una gira por Europa, y su forma de tocar cautivó al rey Luis XIV en el Palacio de Versalles al grado de que el Rey Sol decretó que en adelante el instrumento debía ser llamado el Pantaleon. No existe evidencia escrita de que Cristofori haya escuchado la ejecución de Hebenstreit, pero una fuente relata que este último dio un concierto en Florencia en 1695, e incluso sugiere que ellos tuvieron un encuentro en persona. Está bien establecido, sin embargo, que el pantaleón era la moda en Europa durante algunos años, y que marcó la pauta para muchos fabricantes de instrumentos de teclado. De cualquier modo, sabemos que Cristofori empezó a experimentar con la idea de un clavicémbalo con martinetes antes del final de esa década.

Los hechos de Cristofori

Debió ser enorme la complejidad del diseño, por primera vez en la historia, de un mecanismo que, activado por una tecla, pueda causar que un martinete no sólo golpee la cuerda sino que se separe de ésta inmediatamente, permitiendo que la cuerda permanezca vibrando aun cuando el dedo siga oprimiendo la tecla, se recupere rápidamente para un nuevo golpe, y permita el control de un amplio rango de dinámicas y matices con, simplemente, variar la presión de los dedos sobre las teclas. Pero Cristofori no sólo solucionó todos estos problemas, sino que incorporó cuerdas dobles para cada nota, un pedal apagador, y un mecanismo que permitía golpear únicamente una de cada par de cuerdas, exactamente como nuestro pedal una corda moderno. En 1726, la fecha del último de sus instrumentos que aún existe, su mecanismo ha sido perfeccionado al punto en que es sorprendentemente similar al diseño básico actual en todos los Steinway, Bosendorfer, Bechstein, y Yamaha.

De este modo, en la época en que Bach, Handel y Scarlatti eran adolescentes, una confluencia de condiciones y eventos afortunados prendieron la imaginación de un artesano notable, quien con de su gran habilidad e imaginación la idea para producir el instrumento musical más popular en la historia.

Hoy, la comunidad cultural hace honores fielmente a las fechas de nacimiento y muerte de los grandes maestros como Beethoven, Mozart y Chopin, a menudo con festividades elaboradas. Nosotros los pianistas y los maestros de piano debemos esforzarnos para celebrar la genialidad de Bartolomeo Cristofori, a quien le estamos en deuda por, bueno, casi todo!

 
Pagina creada: 23/09/97
Ultima actualización: 30/01/15
 
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